Cómo ha afectado la Covid-19 en la inversión publicitaria

Indudablemente la crisis derivada de la Covid-19 ha marcado un precedente en la economía global y un punto de inflexión en el ecosistema digital, con el consiguiente impacto en la inversión publicitaria.

La Covid-19 ha acelerado cambios y modificado prioridades, tanto para los compradores como para los negocios, que, innegablemente, perdurarán en el tiempo. La forma en la que compramos, la forma en la que consumimos medios y la forma en la que trabajamos no es la misma que en los primeros meses del año.

Esto se traduce en un aumento considerable en el consumo de Internet. Según refleja el Informe de Barlovento Comunicación de octubre de 2020, cada persona dedica una media de 46 minutos diarios a ver contenidos de índole digital, es decir, 6 minutos más que en octubre de 2019.

La nueva normalidad de la inversión publicitaria

Todos estas variantes han producido un gran impacto en la inversión publicitaria. Así lo recoge el Informe de Infoadex de octubre de 2020, en el que se refleja cómo la inversión en publicidad se ha contraído un 5,9%, cayendo de 613,3 millones en octubre de 2019 a 577,3 millones en ese mismo mes de 2019.

Si bien la mayoría, no todos los sectores han salido mal parados de esta nueva situación. Todos los medios presentan evoluciones negativas a excepción de digital. Respecto a los medios tradicionales, el cine ha sido el medio que ha arrojado peores datos: un 78,3% menos de inversión publicitaria que en el año pasado. La televisión, por su parte, es el medio tradicional menos afectado, con una contracción de un 3,6%: aglutina una inversión publicitaria de 189,3 millones de euros frente a los 196,3 millones del pasado año.

Por su parte, el campo digital es el que ocupa la primera posición como primer medio por volumen de inversión publicitaria al haber experimentado un incremento del 7,8% con respecto a octubre de 2019, obteniendo una inversión publicitaria de 274,0 millones de euros frente a los 254,1 millones del pasado año. 

A la espera de los datos en inversión publicitaria de los anunciantes en Internet durante los meses de noviembre y diciembre, nada hace pensar que la puerta de oportunidades que se ha abierto a las empresas en el campo digital como consecuencia de la crisis de la Covid-19 se cerrará pronto. La inversión en publicidad digital ha llegado para quedarse.

La necesidad imperante de la digitalización de las empresas

En tiempos de crisis económica, la innovación no tiene cabida. No hasta ahora. La crisis sanitaria y económica de la Covid-19 ha marcado un precedente, ya que los negocios no digitalizados ya no tienen más remedio que digitalizar su modelo de negocio o esperar a morir lentamente.

En este nuevo contexto se ha evidenciado cómo las pequeñas empresas con un mayor grado de digitalización han podido frenar o reducir el impacto negativo del coronavirus en la economía nacional, al presentar plataformas y/o procesos digitales que han aportado la flexibilidad necesaria para reorientar sus empresas.

Sin embargo, las pymes, que representan el 99,8% del tejido empresarial español, siguen sin aprovechar todo el potencial que ofrece el comercio electrónico y las posibilidades de promoción en un campo muchísimo más amplio. No obstante, el grado de penetración del Ecommerce en España sigue en aumento, alcanzando un 72%.

Tal y como recoge el VII Estudio Anual de Ecommerce 2020, liderado por IAB Spain, de los 33,6 millones de ciudadanos que conforman la población española, 31,2 millones son internautas. De este total de población internauta española de 16 a 70 años, un 72% ya usa Internet como canal de compra, un porcentaje que se ha incrementado con respecto a los años anteriores.

La influencia de la situación derivada del contexto de la Covid-19 se hace patente en los resultados de compras en off y online. Así, disminuye un 4% de exclusivos de compras en tiendas físicas y aumenta de forma destacada aquellos que compran solo online un 7%. Los cambios en los hábitos de compra también se hacen patentes: este año el estudio recoge que se compran 3,5 veces/ mes, cuando en 2019 y 2018 era de 3 veces.

Los elementos motivacionales de estos resultados han sido varios, destacando: el incremento de confianza en las compras online (73%), la influencia de las recomendaciones de la comunidad digital (+5%) y de la publicidad online (+3%).

Este estudio también evidencia cómo las tiendas que venden de forma física y también a través del canal online ganan peso: un 78% de los encuestados compraron en estos modelos de negocio híbridos y lo hicieron por comodidad, por encima de los motivos intrínsecos a la Covid-19. Lo cual nos lleva a pensar que nos hallamos frente a una tendencia no eventual ni condicionante de la emergencia sanitaria.

La importancia del Marketing Digital en la era de la compra-venta digital

A la par que aumenta la importancia de la presencia de los negocios en Internet, también lo hace la presencia de la publicidad digital y la consecuente necesidad de las marcas de diferenciarse en el océano de competidores en la red.

En un contexto donde el grado de penetración del Ecommerce en España es del 72%, se abre un nuevo escenario de oportunidades para las marcas, pero también para los profesionales del campo digital, así como recoge la noticia de marketingdirecto.com

En los últimos años, la especialización en el ámbito digital ha ido tomando cada vez más relevancia, pero en la era post-covid se ha hecho mucho más notoria y extensible la necesidad de una mirada renovada de los negocios en cuanto a su digitalización. 

En esta nueva era de la compra-venta online, la supervivencia de las marcas no puede entenderse sin profesionales del marketing digital que asesoren y ayuden a los negocios a vender sus productos y servicios, así como a adaptar los mensajes a los distintos canales. Y, por tanto, este escenario conlleva la prioridad de atender a una formación especializada y en constante actualización, tanto para las empresas como para los profesionales digitales.

Innegablemente, la Covid-19 ha provocado grandes cambios en todos los ámbitos de la economía. Más allá de encasillarlos como negativos, se han de tomar como la mayor oportunidad de reinventarse y aprovechar todas las posibilidades que ofrece el mundo digital, en torno al cual se construirá el futuro.